*Historia publicada en la edición N. 21 de la revista INprende, dedicada a la campaña “Nosotras Podemos”, un movimiento encabezado por cinco mujeres puertorriqueños residentes de Vivienda Pública que decidieron emprender desde sus hogares.
Lo que un día fue el comedor de Ayshamarie Muñoz, en el residencial Las Camelias Apartments de San Juan, hoy es un improvisado taller desde donde da rienda suelta a su proyecto empresarial dedicado a la creación de bisutería minimalista.
La joven empresaria contó que la pasión por crear prendas ha transformado su vida y eso incluye su hogar y la dinámica con sus hijos.
“Me encantan las manualidades. A veces mis hijos pelean conmigo, porque me dicen: ‘¿Mami vas a trabajar?’ y yo les digo que no voy a trabajar, pero es que es esto lo que me gusta”, expresó sonriendo la madre de tres.
Fue justo el nacimiento de su hija menor el punto de partida para desarrollar lo que hoy es su empresa conocida como Jireh Bijoux.
“Cuando la nena nace, que es la más pequeña, empecé haciendo lacitos para ella y después poco a poco para vender. Cuando tenía algún cumpleaños, algún regalito que hacer me gustaba hacer algo más especial, más personalizado, más dirigido a su personalidad y empecé a hacer pulseritas y collares. Y un día mi mamá me dijo: ¿Aysha y por qué en vez de vender lazos, vendes joyerías?”, explicó.
Para Muñoz, los primeros pasos de su empresa surgieron de manera espontánea, desde su pasión por la joyería hasta cómo nombró su negocio. La joven reconoció que el nombre de su empresa surgió cuando, en uno de los momentos más difíciles de su vida, escuchó a dos señoras decir que Jireh significaba ‘Jehová proveerá’, mientras abordaban una guagua de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA).
“Cuando escuché el significado de la palabra todos mis pensamientos y preocupaciones se detuvieron. Sentí que me hablaban. Así que a los meses cuando decidí crear el negocio opté por ponerle Jireh junto a Bijoux que significa joyería en francés”, agregó la empresaria.
Por otra parte, Muñoz comentó que el recorrido desde el momento en que decidió emprender hasta ahora ha estado lleno de lecciones, retos y satisfacción como el COVID-19.
La artesana reconoció que sintió temor al enterarse del virus ya que veía a negocios exitosos cerrar y pensó que le pasaría lo mismo.
Al notar que la pandemia le impedía seguir vendiendo sus productos en bazares y actividades, la joven madre depositó su energía en incrementar su presencia en las redes sociales para así continuar ofreciendo sus creaciones.
Desde entonces, la artesana ha publicado vídeos y tutoriales en sus redes sociales para educar y entretener a sus seguidores sobre su joyería. “La pandemia ha sido de bendición para Jireh Bijoux, ya que la gente se ha inclinado por hacer sus compras a través del Internet”, manifestó.
Desde que emprendió en el 2018, ha enfrentado otros retos, aparte de la pandemia, y explicó que la clave para superarlos ha estado en educarse, ser organizada y en la búsqueda de herramientas que la han ayudado a cumplir sus metas.
Asimismo, la empresaria confesó que en los momentos en que siente que no puede más recuerda que su mayor motivación son sus hijos, Joniel, Crisiel y Crystal. “Yo les quiero demostrar a ellos con el ejemplo que hay que luchar por nuestros sueños y ser perseverantes”, precisó.
A las personas que quieren emprender, Muñoz aconsejó que se lancen, aunque tengan miedo, y que una vez emprendan no desistan hasta que logren sus metas.
En un futuro, Muñoz manifestó que se visualiza teniendo una página web para su negocio, vender sus piezas en diferentes boutiques de la Isla y, a largo plazo, espera poder generar empleos.
“YO PASÉ POR UN PROCESO EN EL QUE ME DI CUENTA QUE A MÍ COMO A OTRAS MUJERES NOS HACE FALTA LLENARNOS DE EMPODERAMIENTO. MI PROPÓSITO ES QUE LAS MUJERES ENTIENDAN QUE SOMOS LAS JEFAS DE NUESTRAS VIDAS”.
Ayshamarie Muñoz